Descripción
GUÍA PARA LA PRODUCCIÓN DE NUESTROS PROPIOS ALIMENTOS
El presente documento se elaboró con el fin de promover y apoyar la producción del huerto familiar dentro del área urbana y periurbana.
Quisiéramos compartir nuestro conocimiento en Agricultura Urbana y Periurbana adquirido en ocho años de incesante trabajo con familias periurbanas, quienes están convencidas de que es posible tener un huerto que nos dé alimentos frescos, sanos y que además se pueden comercializar los excedentes, generando esos empleos invisibles familiares, que apoyan el medio ambiente y la salud.
El documento es un apoyo para las familias que ya están produciendo como también para los que se quieren sumar a la agricultura urbana y periurbana e iniciar un emprendimiento desde su hogar. Con este documento deseamos difundir técnicas de producción sencillas, baratas, y que pueden ser adaptadas a cualquier espacio urbano o periurbano y así abrir las puertas a los huertos familiares y motivar a la producción de propios alimentos saludables y frescos a fin de mejorar la alimentación de la familia.
Con el apoyo financiero de INTERTEAM y la AGENCIA ITALIANA PARA LA COOPERACIÓN AL
DESARROLLO a través del Proyecto PSGO KM 0 apoyado por ASPEm fue posible elaborar e imprimir este documento y motivamos a difundir su contenido y enseñar a la población más joven para poder brindar una mejor calidad de vida a las futuras generaciones.
Las ciudades de Cochabamba (huertos periurbanos) y en Oruro SENTEC (huertos Paria y otros) fueron los sitios en que sean realizado las pruebas para la elaboración de esta guía.
EL HUERTO COMO MEDIO DE EDUCACIÓN HOLÍSTICA
El trabajo en el huerto permite abordar de forma global e interdisciplinaria, una pluralidad de objetivos educativos, así como una amplia variedad de contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales. Además de procesos naturales y técnicas de producción el trabajo en huertos nos enseña procesos de planificación. Para tener una producción exitosa se requiere coordinar diferentes actividades y procesos tanto en el espacio como en el tiempo. En su contexto se pueden estudiar también temas como la alimentación, la basura, el reciclaje, la salud o la comercialización de los productos.
Tener la oportunidad de pasar tiempo en un huerto o jardín estimula nuestros sentidos, favorece nuestra creatividad, nuestro sistema inmunológico y reduce el estrés. El trabajo en huertos se ha convertido en una herramienta terapéutica para recuperar la autonomía personal, mejorar la actitud hacia el entorno y la salud física y mental.
La naturaleza es un ambiente neutral, que no discrimina. Asumir el rol de cuidador y protector de otro ser vivo fomenta la confianza en sí mismo (Peña Fuciños, 2011).
Más allá del desarrollo personal, el trabajo en el huerto nos enseña a trabajar en equipo., ya que requiere diferentes habilidades y capacidades. Aprendemos a valorar y respetar los aportes de otros, se fortalecen las habilidades de comunicación, la habilidad de escuchar, observar y buscar una solución en conjunto.
Mejora la convivencia con otras personas y nuestro entorno. En el huerto se percibe la interrelación de los diferentes elementos: el agua, el aire, el sol, la tierra, las plantas, los animales y nosotros. Así se aporta al desarrollo de actitudes, valores y comportamientos más comprometidos con la conservación del entorno.
Ayuda a entender las relaciones y dependencias que tenemos con nuestro entorno natural y motiva a poner en práctica hábitos de cuidado y responsabilidad medioambiental (CEIDA, 1998).